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Rutas por el Parque nacional de Arribes del Dueroruta 268ª
Desde hace tiempo teníamos previstas unas vacaciones por el parque natural de Arribes del Duero o Parque Natural Do Douro Internacional, ya que el propio rio es la frontera entre España y Portugal. Pero siempre lo habíamos aplazado para no hacerlo en verano, ya que las temperaturas son bastante altas y salvo en las laderas del rio, la vegetación es escasa.
Hemos organizado el viaje haciendo noche en Tordesillas, visitando la Villa donde se firmo ‘’el tratado de Tordesillas’’. Este repartía entre Portugal y Castilla.
Este dividía el océano atlántico por medio de una raya trazada desde el polo norte al polo sur, en donde la parte oriental seria para Portugal y la occidental para Castilla. También es famosa porque fue en esta Villa donde encerraron a Juana I de Castilla (Juana la Loca), y también por su polémico Toro de la Vega.
Desde Tordesillas fuimos a Pinilla de Fermoselle. Paramos en la pequeña iglesia de Nuestra Señora del Carrasco,(https://maps.app.goo.gl/6PWjfSUhXoNVRRQf8) Y desde allí mismo en dirección SUR vamos bajando, primero por camino ancho y luego por senda hasta la zona del Sierro, donde podremos disfrutar de una de las imágenes más bellas del rio Duero, el famoso Meandro del Duero (https://maps.app.goo.gl/JeLt3artFBwYqg9p7). Este paseo nos ha llevado una hora y hemos recorrido unos 3 km..
La siguiente parada es en Fermoselle, un pintoresco pueblo repleto de bodegas milenarias subterráneas (más de 1000), que lamentablemente no hemos podido visitar por horarios, pero que nos queda pendiente para otra ocasión. La pasión por los toros en toda la zona es palpable, merece especial atención el montaje realizado en la plaza del ayuntamiento o de Calvo Sotelo y que es diga de admirar y fotografiar. Comemos en el Antiguo Casino, un hotel rural con un menú del día bastante aceptable. Finalmente subimos al mirador-castillo de Doña Urraca, el último bastión de Los Comuneros en Castilla y León.
Ya encaramos a nuestro destino principal que es Aldeadávila de la Ribera, pasando por el Mar de Castilla o El embalse de la Almendra, o salto de Villarino. Es la presa más alta de España, el tercer embalse por capacidad, pero uno de los más extensos del país. Una obra de ingeniería civil que bien merece la pena una parada para contemplarla.
En Aldedávila de la Ribera nos alojamos en el hotel ‘Corazón de las Arribes’, un hotel RURAL, tranquilo y bastante confortable, que además tiene la ventaja de que los dueños del hotel, son los mismos del barco que hace el crucero fluvial por el Duero.
Primer día en Aldedávila… Abandonamos la idea de hacer una ruta hacia el Pozo de los Humos, ya que nos han informado en el pueblo, que las mejores fechas para visitarlo, es en época de lluvia. Pues ahora, después del verano y sin lluvias, la mayoría de los arroyos y cascadas, están secas o con muy poco caudal.
Así que hacemos un paseo de un par de kilómetros por la ribera del Duero y después contratamos el crucero fluvial por el Duero, con la empresa del hotel. Tanto el paseo como el crucero fluvial, son muy recomendables, pues la vegetación en la ribera, nada tiene que ver con la zona alta de los Arribes. Ese mismo día y por la tarde decidimos hacer dos pequeñas rutas o paseos, uno al Picón de Felipe, con unas impresionantes paredes verticales sobre el Duero, y la segunda y por carretera asfaltada, pero cortada al tráfico por Iberdrola, al mirador del Fraile, y a la pasarela aérea sobre la presa de Aldeadávila. Una pasarela de unos 15 metros de larga y suspendida sobre el vacio a 300 metros del Duero. Y con el aliciente de docenas de buitres leonados sobrevolándote. Estas rutas, deben ser muy duras en verano.
Y el último día lo reservamos para hacer la ruta a pie más larga de nuestras vacaciones. Trazando la ruta a través de cartografía digital y partiendo desde el mismo hotel. Vamos a través de caminos agrícolas buscando el descenso hacia el cauce del Duero. Después de pasar el cementerio, vamos descendiendo, hasta encontrarnos en la vereda del rio, con su vegetación y donde el camino deja de ser ancho y cómodoy pasa a sendas estrechas y en ocasiones de poco agarre.
Vamos descendiendo hacia la orilla del Duero, hasta encontrarnos con un cartel indicativo de ‘’la cascada de Remolino’’ que en mucha cartografía está indicada como cascada de Rupurupay. Nos habían asegurado en el pueblo que en esta época estaba seca. Pero decidimos no hacer mucho caso, y bajar a comprobarlo. Aunque no está en su pleno esplendor primaveral, el tenue chorro de agua que baja, no deja de darle un encanto, que bien merece la pena desviarse y asumir el desnivel acumulado para llegar hasta ella. Ahora tendremos que salvar casi 300 metros de desnivel para ir desde la cascada hasta el mirador de Rupurupay. Pero habrá merecido la pena.
Nos queda un monótono y aburrido camino de vuelta hasta Aldeadávila de nuevo, y solo nos da fuerza la fría cerveza y comida que nos espera en el pueblo.
Nuevo día, y para hacer la vuelta más confortable, decidimos pasar por Ávila para pernoctar y visitar a ciudad, antes de emprender el viaje de regreso. Hemos aprovechado para hacer una ruta urbana bastante cansada, ya que hemos visitado varios de sus monumentos, así como su muralla, y por supuesto su gastronomía.
Fin de ruta, y preparando la siguiente……..
Para comer: Restaurante del hotel Centro Arribes
Rte. El Paraiso: https://maps.app.goo.gl/frMisB8QD8cMLPKs5
Para dormir : Hotel Corazon de las Arribes
https://www.corazondelasarribes.com/
https://maps.app.goo.gl/JERBmxLRjaYcDmXS7
Parador de Tordesillas
Parador de Ávila
Tiempo total: 3h50' horas
Altitud Máx. 735 m.s.n.m
Altitud Mín. 354 m.s.n.m
Distancia: 10,6 Km. andando
Desnivel+ 440 m+.(desnivel acumulado)
Dureza: Media
Dificultad: Fácil
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